Entre las operaciones básicas de la aritmética tenemos la división, que  consiste en determinar cuántas veces hay un número contenido en otro. Esta es la operación inversa a la multiplicación y tiene una complejidad un poco mayor. Para poder dividir, es necesario aprender a multiplicar primero, por lo que es importante no solo aprender las tablas de multiplicar, sino realizar ejercicios de multiplicación.

La división puede ser un elemento importante de nuestra vida cotidiana, pero además de dividir manzanas, la división puede ser aplicada a otros campos, como la física y los objetos abstractos.

En la división tenemos cuatro términos o elementos que la conforman. El primero es el dividendo, que se refiere al número que será dividido, el segundo es el divisor, que es el número que queremos determinar cuántas veces está contenido dentro del otro. El tercer elemento es el cociente, que es el resultado de la división o el número de veces que el divisor está contenido dentro del dividendo. Finalmente, el residuo, que como su nombre indica, es el número que queda después de haber dividido un número no divisible.